Los motorrepartidores xalapeños exigen mucho y aportan muy poca disciplina; los empleados y emprendedores independientes dedicados al reparto de artículos y comida en motocicleta ya agarraron la maña de manifestarse; es raro que se organicen para eso y no para capacitar con cultura vial a sus colegas; pues es recurrente (como ya lo hemos dicho) que circulen a exceso de velocidad, rebasen de forma imprudente, hasta por la derecha y pegados a la banqueta; además de circular entre carriles poniéndose en riesgo ellos y a los automovilistas. No traen ningún número para reportar irregularidades, ni cuentan con número en la unidad que los identifiquen. Es un tema de vialidad y de seguridad pública.
La higiene es otro tema, los empleados directos de las empresas con locales comerciales más o menos la libran, pero los “independientes” no tienen posibilidad siquiera de lavarse las manos; van al baño donde pueden y no siempre en las condiciones más higiénicas. Es un tema de salud.

Por otro lado, habría que checar cuántos de ellos están dados de alta en Hacienda, porque en la mayoría de los casos son empleos informales libres de impuestos, y son miles en el país. Es un tema de desarrollo económico.
Operando con tantas irregularidades nos sorprende que se pongan tan exigentes y llamen tanto la atención; pues ya tomaron por costumbre manifestarse y cerrar las vialidades, la más reciente fue por presunto acoso de la policía de Xalapa, habría que preguntar que es acoso para ellos, porque es probable que se trate de acciones para sancionar sus infracciones, que son muchas y recurrentes.

Mire usted, que nos acordemos se han manifestado en las siguientes fechas: el inicio fue el 20 de julio del 2020, una causa importante, un motociclista muerto; el 17 de mayo y el 4 de junio 2021 para pedir la liberación de su compañero “El Mara”; el 26 de mayo 2022 por la detención de su compañero Rey David; el 27 de mayo 2022 para protestar contra Tránsito Estatal. Estas son las que recordamos, pero en el 2023 ya llevan varias más.

Difícil decisión para las autoridades, si los dejan sueltos son un peligro para la vialidad y hasta para la salud, y si los aprietan, los motorrepartidores les cierran las calles y avenidas ¡Ah que las hilachas!

Postdata: Vaya la consabida disculpa para quienes se dedican a este oficio y no incurren en las fallas enumeradas, “pagan justos por pecadores”.