REDACCIÓN. - En torno a un violento asalto sucedido a la salida del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), contra una persona que había cambiado dólares, surgió un elemento tecnológico que ciudadanos comunes no habíamos escuchado de su existencia.

La nueva administración del AICM ahora a cargo de la Marina Armada de México, dio a conocer que con “CÁMARAS DE RECONOCIMIENTO FACIAL” se pudieron identificar las caras de algunas de las presuntas “picadora” (mujeres que avisan a sus cómplices cuando alguien cambia una cantidad fuerte de dinero)’. La Marina además prevé duplicar el número de cámaras con reconocimiento facial de 150 a 300 y mantener o extender la interconexión con los circuitos de las empresas, por ejemplo, de las casas de cambio, cuya operación depende en este momento exclusivamente de particulares.
Con la nota nos quedamos con “cara de what” pero indagamos que esas cámaras son una maravilla; cheque usted cómo funcionan:

Escanea rasgos del rostro y elabora una “huella facial” que se compara con una base de datos de otros rostros conocidos. Por ejemplo, el FBI tiene acceso a hasta 650 millones de fotos, de diversas bases de datos estatales.
Con la información, la cámara rastrea Facebook, tanto de cuentas directas como menciones o etiquetado. Si la huella facial coincide con una imagen en una base de datos de reconocimiento facial, entonces se realizará una determinación.

Es decir que tener a los delincuentes identificados solamente requeriría que el Congreso autorice utilizar todas las bases de datos incluidos el INE para su localización; desde luego esto mediante un oficio autorizado por un juez; con esto y la tecnología satelital ya no debería existir delincuencia; pero es más redituable la persecución policiaca, al estilo y con elementos técnicos de “Los Intocables”. Aunque el hecho de que la Marina ya la esté usando en el Aeropuerto, alienta un poco.