(REDACCIÓN) .- La aspirante presidencial de la oposición, Xóchitl Gálvez, acabó con la esperanza de su exjefe, el expresidente panista Vicente Fox, que le había suplicado que, de ganar la Presidencia, le devuelva su pensión; pero la hoy candidata ya dijo que no; no habrá de piña ni de sandía y que los más de 10 mil dólares al mes que recibía Chente, más el pago de sus 20 empleados, ¡son como las golondrinas de Gustavo Adolfo Bécquer “NO VOLVERÁN!”

Cabe el apunte de que la suma total de dinero que salía de las arcas públicas para mantener a los expresidentes y para el pago de sus empleados representaban para el país un gasto anual de más de dos millones de dólares.

Además, Xóchitl, en abierto habló de lo incomodo que le resulta para ella su exjefe durante este proceso proselitista, y pidió que de una vez “le quiten el celular” para que no la afecte políticamente con sus mensajes.

“Hay que quitarle Twitter. Aunque ya aprendió, se quedó calladito varios días y ya entendió. Yo lo quiero mucho, pero que no me ayude de esa manera. No va a haber pensión de regreso, de una vez se lo digo”, afirmó en una entrevista televisiva con Grupo Imagen. Lo bueno es que lo quiere mucho, sino lo mandaba a fusilar quizás.

“Fox fue un personaje raro, pero electrificamos a dos millones de personas, construimos dos universidades interculturales, hospitales, carreteras, se hicieron cosas importantes”, dijo la empoderada representante del Frente Amplio por México, es claro que hablaba de su trabajo personal durante ese Gobierno, restándole cualquier mérito a Fox.

Desde esta redacción le recomendamos humildemente a la candidata medir sus palabras, porque en esta etapa no le conviene echarse enemigos encima, y menos del calibre de Fox y de Martita; pues si de amigos le han afectado, no queremos imaginar el daño que pueden hacerle como enemigos.