Una de las notas “periodísticas” más graciosas que hemos leído fue una publicada hace muchos años en un periódico local de Xalapa, la cabeza indicaba que el 90% de los xalapeños estaba en desacuerdo con “X” tema; pero en el cuerpo de la nota redactaba “nueve de los 10 xalapeños encuestados está en desacuerdo” (pausa para reírse); pues sí, en un estricto sentido, si entrevistas a 10 y solo uno no está de acuerdo, es el 90%, pero la cantidad de personas participantes en la muestra es la hacen dudosa.

El tema va a colación porque en estos tiempos de calentura prelectoral, todos los que pretenden ser candidatos mandan a hacer encuestas, mismas que presumen con orgullo, porque no hemos encontrado a nadie que pague una encuesta y que en el resultado salga perdedor, todos, pero absolutamente todos los que encargan una encuesta la ganan, y lo peor del caso es que se la creen; aunque la casa encuestadora haya sondeado solamente a 10 pelones, y todos ellos sean sus cuates, familiares o compadres.

Según números de mercado la encuesta más básica cuesta 20 mil pesos, y las corcholatas encargan mínimo una por mes, y de las más caras; así que, si usted quiere hacerse millonario pronto engañando gente, es muy sencillo ¡Ponga una encuestadora!