En su mensaje, titulado: “Una conversación sobre mi salud, para amigos y adversarios”, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, puntualiza que aunque ya había avisado, lo vuelve a hacer dentro de la responsabilidad que tiene de informarnos sobre su estado de salud; con mayor razón ante las especulaciones; que –apuntamos-, han ido desde que ya había muerto hasta que estaba en un hospital del extranjero afectado de sus habilidades físicas, pasando por la versión de un derrame cerebral.
Desde pasillos de Palacio Nacional, reafirma que tiene Covid, que se complicó debido a la gira intensa que tuvo, que por cierto dio inicio en Veracruz.

Cierra también la polémica de que, si se desvaneció o no en Mérida, confirma que sí, que fue una especie de vahído que lo hizo quedarse como dormido, sin embargo, no perdió el conocimiento.

Dice que se negó a ser hospitalizado y fue atendido en un sillón del inmueble en donde le regularizaron la presión. Fiel a su estilo, durante el mensaje les aplicó a “sus adversarios” el dicho español de “los muertos que vos matáis gozan de cabal salud”.

Anunció que estará presente tanto en el desfile del primero de mayo como en la conmemoración de la batalla de Puebla, y que ya tiene bosquejados ambos discursos; “estamos bien y de buenas”, recalcó.

Durante los18 minutos que dura su mensaje recorrió el salón donde estuvo prisionero tres o cuatro días el presidente Madero y narró parte de la historia del país, entre oligarcas y libertadores.

El mensaje, a cinco horas de haber sido publicado había sido visto por 5 millones 500 mil usuarios, retwitteado 13 mil 700 veces, tenía 10 mil 900 comentarios y 43 mil 300 likes.

Ver físicamente al presidente da certeza a esta nación que históricamente ha estado fracturada por los intereses de grupos, como lo señaló el propio Presidente, que decidió cortar de tajo los rumores y al estilo del judo utilizó la misma fuerza de ataque de sus detractores para darles unos sopapos; una vez más demuestra que al juego de la política no le ganan.