México pretende liderar los países de América, fuera de Canadá y E.U, y lleva avances; sin embargo, los 40 migrantes muertos en un centro de detención migratorio, en Ciudad Juárez, lo complicará. Los fallecidos eran de países como Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras y Venezuela.
Duele, da vergüenza y nos hace reflexionar el comportamiento inhumano de quienes después de que amenazaron con deportarlos, dejaron a los migrantes solos y encerrados a su suerte, después de que incendiaron colchonetas en señal de protesta.

Los directamente responsables son el último eslabón de las autoridades; el final del organigrama, pero que comprometieron a Gobernación, a Relaciones Exteriores y al propio país, en un evento del que seguramente habrá reacciones internacionales.

Se trata de un golpe bajo de la propia gente que trabaja para el Gobierno y que tendrá que responder ante los hechos; pero que pase lo que pase ya contribuyeron a la pérdida de 40 vidas y a generar una situación compleja para el Gobierno de México; de hecho, el canciller Marcelo Ebrard informó que "los responsables directos de los hechos han sido presentados ante la Fiscalía General de la República" que realiza las investigaciones.

Aún quizás no es tiempo del análisis político, pero ya lo han hecho diversos medios, funcionarios y políticos, que vislumbran que una o dos candidatos a la presidencia del país podrían caerse por estos lamentables hechos.