El pasado fin de semana recorrimos la USBI, el deterioro de sus instalaciones salta a la vista, siendo el área más descuidada la del lago; semiseco por falta de drenado, con espejos de agua contaminados por plantas invasivas, basura a sus alrededores acumulada de varios días; los soportes para lonas están oxidados por falta de pintura y hay maderas rotas en las plataformas que en algún tiempo fueron escenarios donde se presentaron espectáculos musicales, performance y obras teatrales; ahora han cesado las actividades culturales en un espacio que fue durante mucho tiempo orgullo de los veracruzanos.

Hasta donde sabemos la USBI está a cargo de un patronato qué, por lo que observamos solamente la utiliza para sacar provecho personal, y que después de que desapareció el patronato del Acuario de Veracruz debió desaparecer en un efecto dominó lógico; pero no, este tesoro sigue en sus manos y lo destrozan día tras día sin que el rector invisible, Martín Aguilar Sánchez, se preocupe por ello; sabemos que lo único que le angustia es que le llegue menos del dinero que maneja de forma discrecional, mientras la Universidad veracruzana pierde infraestructura y prestigio.