ASÍ PARIERON CONVERGENCIA (Hoy Movimiento Ciudadano)
Xalapa. Ver: ASÍ PARIERON CONVERGENCIA / El Tlacuilo
Mientras Dante estuvo preso, tuvo pocos aliados leales
El Tlacuilo
Xalapa. Ver / 2022-06-27
Dante Delgado Rannauro en los años noventa era un priista destacado, cercano al priista número uno del país, el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León; pero de un de repente se desató una guerra de egos entre los dos personajes llevándose la peor parte _obviamente_ Dante Delgado.
Ya eran varias las órdenes que Zedillo había dado a Dante y no habían sido obedecidas; incluso para esos momentos (1994) ya se rumoraba que el cordobés planeaba conformar un nuevo partido, eso le acabó de llenar el buche de piedritas a Zedillo y ordenó a Yunes Linares (entonces subsecretario de Gobierno) su encarcelamiento, acusado de haber desviado recursos públicos por más de 450 millones de pesos; Dante permaneció un año y tres meses encarcelado en Pacho Viejo, para que posteriormente fuera liberado bajo acuerdos políticos; años después fue exonerado y hasta un dinero ganó por daño moral.
Mientras Dante estuvo preso, tuvo pocos aliados leales, uno de los principales que le guardó lealtad fue Rafael Hernández Villalpando, quien siempre estuvo al tanto de Dante y constantemente lo visitó en la cárcel; para fortuna de Delgado Rannauro, Rafael Hernández Villalpando le ganó la alcaldía de Xalapa, abanderado por el PRD, la primera derrota de la historia del PRI en Xalapa.
Villalpando entonces (se dice) puso todo el poder y las arcas completas municipales al servicio del proyecto del nuevo partido de Dante; mito o realidad pero se decía que el dinero salía literalmente a carretadas desde el palacio municipal para financiar a Convergencia; así estuvo sucediendo hasta que Reynaldo Escobar relevó a Rafael Hernández prometiéndole a “Caballo Loco” seguirlo refaccionando con dinero público, promesa que no le cumplió.
Villalpando por su parte sufrió las consecuencias de haberse confrontado con dos Gobernadores al hilo, Chirinos y Alemán; fue desaforado desde el Congreso de Veracruz a solicitud del ilustre tuxpeño, Pericles Namorado Urrutía, entonces Procurador de Justicia.
Villalpando tuvo que salir de escapada de Xalapa dentro de la cajuela de un automóvil Grand Marquis, según lo narra su sucesor, Reynaldo.
Dante entonces le volvió la espalda y le marcó distancia.
Bajo esa y otras corruptelas nació Movimiento Ciudadano, el partido que ahora se santigua y se da golpes de pecho, mientras su propietario, Dante Delgado, sigue utilizando su virtud de comer demonios y defecar santos.