Los agoreros de la desgracia se quedaron con las ganas, pues se les cebaron dos pronósticos catastróficos:

1.- que las elecciones del domingo iban a ser violentas y no fue así, a excepción de Oaxaca en donde hubo el asesinato de un operador político de Morena, la jornada fue blanca.

2.- Pronosticaban que los resultados se iban a judicializar porque los márgenes de diferencias de votos y las irregularidades así lo permitirían, pero no, la diferencia de votos es tan evidente que no permitirá irse a los tribunales, el único estado más apretado es Tamaulipas.

También les falló a los optimistas que pensaban que este proceso sería el derrumbe de Morena; pero no, cuatro de seis es un excelente resultado hasta para una serie de beisbol de las grandes ligas.