30 de marzo, 2022.- Las pavesas del rescoldo del PAN en el poder federal y estatal se asoman en algunos momentos; personajes afines al poder azul meten las manos en el INE y en la Suprema Corte; además, en Veracruz, están como caballos de Troya metidos de empleados en diversas dependencias, pues eso sí, el minigobierno no tuvo tiempo de solucionar problemas, pero sí de dar plazas a quienes ingresaron con ellos a la estructura de Gobierno.

Por otro lado, hay también tizones del pasado en los Sindicatos que siguen bajo el mando de personajes que llegaron arropados por gobiernos priistas, pero que en este momento ni siquiera son empáticos con su partido, porque la lealtad no es una de sus virtudes; caminan por su cuenta y sirven a sus propios intereses, su permanencia no tiene lógica, pero se sostienen con el poder que le otorgan sus agremiados; quienes por cierto, han sido defraudados una vez tras otra, pero que por disciplina o ignorancia no los han echado fuera.

Es el caso del COBAEV de Érica Ayala Ríos; de Salud de Ángela Soto Maldonado y desde luego de los prestanombres de los Callejas en el SNTE 32; esto por citar algunos; todos ellos con largas colas que les pisen, viviendo políticamente horas extras, muertos vivientes de un sistema caduco, como si se tratara de una invasión zombi; que lo único que los libra de enfrentar acciones legales en su contra (porque ninguno aguanta una auditoría a su patrimonio), así es el poder que ostentan gracias a los trabajadores.