13 enero 2021.- ¿Usted conoce a Alejandro Rojas Díaz Durán? ¿En alguna ocasión ha sabido si este personaje ha hecho alguna gestión a favor de Veracruz? ¿Será que alguna vez ha visitado antes el estado? Nos referimos de manera oficial, porque podría ser uno más de los apreciados turistas chilangos que nos caen año con año.

Pues bueno, resulta que el alumno predilecto de Porfirio Muñoz Ledo, de repente está muy ocupado en darle instrucciones al Gobernador Cuitláhuac García Jiménez de quién debe estar y quién no en su Gabinete.

Es claro que las declaraciones que hizo el día de hoy contra Cisneros Burgos desde una mesa de cafetería, obedecen a una indicación de Ricardo Monreal, de quién Rojas fue coordinador de campaña para que, el ahora Coordinador de la bancada de Morena en el Senado, fuera Delegado de la Cuauhtémoc; además actualmente es su suplente en el Senado.
No puede dejar uno de preguntarse: “¿Por qué Veracruz?”, si Rojas ha hecho su carrera política en la Ciudad de México, entidad que probablemente tenga más dificultades de violación de derechos humanos que Veracruz; además de tener también más escándalos, está el colapso en la línea doce del Metro, los delincuentes de Tepito y las denuncias de Anabel Hernández contra el Secretario de Seguridad Ciudadana, Omar Hamid García Harfuch; del que, Alejandro Rojas, no ha solicitado su destitución.

¿Por qué será que tantos políticos (muchos de ellos desvinculados del estado) tienen metidas las manos en Veracruz? Incluso ahora resulta que los integrantes de la “Santa Inquisición del Senado” van a defender hasta a Rogelio Franco ¡Que locura!

Dicen que “perro no come perro”, pero por lo que vemos “Moreno sí como Moreno”, porque la mayoría de la runfla ocupada en auditar a Veracruz es del mismo partido que el Gobierno estatal.

Mientras tanto acá en la aldea, deben de ponerse las pilas tanto la Fiscala como Gutiérrez “Maldoblado”, porque la mala manera de hacer su chamba ya costó una recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos; y además les está dando argumentos a los detractores que ya se echaron en bola contra su jefe.

Por otra parte, pedir la renuncia de Cisneros es afianzarlo en el cargo, por eso sería bueno que dejen gobernar a Cuitláhuac García, sin meterse en asuntos que no son “de su concupiscencia”; pero bueno, es pedirle peras al olmo; así que estas intromisiones seguramente van para largo.