Más de 900 familias de la comunidad Coxolitla de Abajo, perteneciente al municipio de Acultzingo, se quedaron sin agua desde el pasado viernes cuando la CFE cortó el suministro de energía eléctrica del sistema de bombeo. ¿Y por qué lo corto? Es que al hacer una revisión de la bomba los trabajadores detectaron un dispositivo para aminorar el consumo (diablito) y sin decir agua va cortaron el suministro.

Y uno se pregunta ¿acaso no hubiera sido más fácil que la Empresa de Clase Mundial hubiera hablado con los habitantes para decirles que lo que hacían está fuera de la ley y que otro chistecito de esos ocasionaría multas y recargos? Evidentemente no. Simplemente cortaron el suministro y dejaron sin el vital líquido a casi mil familias. Y para colmo les quieren empujar una multa de un millón de pesos.

“Si tuviéramos mil pesos por familia ya habríamos pagado la multa, pero la gran mayoría de nosotros somos personas que difícilmente juntamos esa cantidad en quince días y no es justo que todos paguemos por una falta que seguramente cometieron unos cuantos” dijo uno de los afectados.

¿Y qué dice el cabildo de Acultzingo? Pue no dice mucho que digamos. Los habitantes de Coxolitla ignoran si ya hubo un acercamiento con la CFE para llegar a una solución. Y mientras son peras o manzanas amenazaron con que se manifestarán en la subestación de la CFE para exigir el restablecimiento del servicio, de lo contrario tomarán “decisiones más drásticas”. Y como puede usted imaginar amable lector, esas decisiones drásticas son bloqueos carreteros que afectan a cientos de personas, muchas de las cuáles no saben siquiera donde está Coxotitla de Abajo.

Sea por Dios.