SUCEDIÓ EN ALGÚN LUGAR DE VERACRUZ
Xalapa. Ver: ¡LOTERÍA! /
¡LOTERÍA!


Xalapa. Ver / 2021-10-21

La historia que usted leerá a continuación respetado lector, es real, pero todos los nombres fueron cambiados para resguardar la identidad de los protagonistas.

Por casi toda una vida don Cástulo Pérez y Pérez jugó a la Lotería Nacional, y jugó un sólo número que lo más que le dio fueron puros reintegros y una que otra terminación. Pero nada del premio mayor.

En sus declaraciones a la policía, este hombre de 85 años dijo que comenzó con esa costumbre desde 1946 cuando era un mozalbete y jugó un solo número porque de acuerdo con la ley de probabilidades, algún día tenía que salir premiado con el premio mayor, lo que al fin sucedió.

Don Cástulo tenía apartada una serie de 20 cachitos con doña Maclovia, que le vendió el número por años, al morir ésta se lo siguió vendiendo su hijo Desiderio quien al morir le dejó el encargo a su hija Etelvina.

Días antes del sorteo llegó Etelvina a casa de don Cástulo a entregarle el entero, pero el señor había salido a Xalapa y su mujer doña Rudesinda, que renegaba de que su marido tirara de esa forma el dinero, se negó a comprar el billete a pesar der que don Cástulo le había dado el dinero para pagarlo.

Por cuatro días estuvo yendo Etelvina a la casa de don Cástulo, pero todo fue en vano. La mujer se negó en redondo a comprarlo.

“Señora, este es un entrego que tengo con su marido, si no me lo compra tendré que pagarlo. Son 40 pesos por cachito y yo no tengo 800 pesos que cuesta el entero, por favor señora…”. Pero la mujer se mostró inflexible.

Mortificada por la preocupación y a unas horas de entregar los billetes que le sobraban, Etelvina sacó sus ahorros que eran poco más de 400 pesos con los que pagó la mitad de la serie (10 cachitos) y convenció a las personas que viven en su vecindad de que le compraran al menos un cachito. La mujer vendió 8 cachitos con lo que le sobraron dos. Pero al estar entregando la cuenta a la despachadora y contarle lo que le había sucedido con ese billete, la mujer le compró los dos cachitos restantes.

Y el viernes por la noche… ¡sopas!, el billete salió premiado con 17 millones de pesos.

“Lo hubieran visto ustedes, se le metió el diablo a Cástulo. Quién sabe de dónde sacó fuerzas y comenzó a romper los muebles, tiró las puertas de la casa, rompió las ventanas y mató al perico. Luego sacó su rifle de diablos (diábolos quiso decir) y me hirió en una pierna y una nalga”, dijo doña Rudesinda a los policías desde la cama de un hospital.

Don Cástulo está en la cárcel acusado de daños en su propiedad, matar animales, alterar el orden público e intento de asesinato. Su esposa sigue en el hospital desde donde tramita el divorcio y Etelvina es dueña de 8 millones de pesos que, dicen, los está disfrutando en la capital de la República.

Moraleja: Cuando no te toca, ni aunque te pongas. Y cuando te toca, ni aunque te quites.