Para la alcaldía de Tuxpan, José Manuel Pozos Castro llevó en el pecado la penitencia, le puso demasiada leña al fogón, por lo que logró una “victoria” contundente con una diferencia de casi cuatro mil votos, lo que representa un margen de más del 30% de los sufragios del Cisne Silva Ramos, su más cercano competidor; la diferencia obligará a que las elección sea anulada si se comprueba que el actual diputado rebasó los gastos de campaña; lo que no sucedería si la diferencia no hubiera rebasado los 800 votos, pues en ese caso sucediera lo que sucediera no se le hubiera caído a Pozos, pero la quiso amarrar tanto que lo único que se amarró fue la soga en el cuello.

Por si eso fuera poco, el caso Pozos está amarrado de la pata con la Juanita jarocha; pues si a la señora Lobeira le anulan la elección, sería incongruente que a Pozos se la respetaran; así que si cae Veracruz a fuerzas debe caer Tuxpan, o el Tribunal Electoral perdería totalmente su credibilidad y aguas; porque desde la cúspide del altiplano ya se está pidiendo que desaparezcan muchas autoridades electorales; y si de quedar bien con Morena se trata, les puede salir el tiro por la culata (salió en verso y sin esfuerzo).

Y si doña Paty representa al Clan del Estero, Pozos es la cabeza del Clan de la Colonia Badillo; porque de la misma manera que ha traficado influencias Miguel para favorecer a sus hijos, lo ha hecho José Manuel para beneficiar a los suyos; los de Yunes han sido impulsados por su padre a las altas esferas porque para eso le ha dado su capacidad al choleño; y los vástagos de Pozos han desempeñado carguitos rascuaches en el servicio público, porque para eso le alcanza a su padre; pero a final de cuentas la acción es idéntica, se trata de insertar a sus cachorros para que vivan del erario público, aplicando el: “ya no me des papá, solamente ponme en donde hay.”

Como podemos ver, el caso Lobeira y Pozos parecen una copia al carbón por sus abundantes coincidencias; e insistimos, si cae uno debe de caer el otro. Si así sucede, doña Patricia no perderá mucho de manera personal, porque no tenía nada; pero don Pozos sí, se quedaría sin la oportunidad de haberse reelecto como diputado local hasta por tres periodos más ¡Que malo le salió el abulón!