Revista el Tlacuilo
OPINIÓN | Revista el Tlacuilo / 2024-12-08
(Redacción).- La lente del o la fotógrafa de Prensa del Ayuntamiento tuxpeño logró captar la esencia de la celebración del niño perdido; imaginamos que por algún momento los padres de una niña la dejaron sola en las escalinatas, entre veladoras y con su cochecito de cartón a un lado; o quizás el fotorreportero (a) vio la oportunidad en la foto familiar de la pequeña; pero a final de cuentas logró una gran fotografía.
La composición es impecable y la expresión de la niña (difuminada por disposición legal) muestra serenidad y el cansancio de la jornada, las escaleras, que presentan el desgaste de pintura propia del clima porteño, se traslada del ámbito oficial al artístico.
Sin duda cualquier persona que desconozca esta tradición y observe esa fotografía querrá vivir esa experiencia, respirar el humo de las luminarias que flanquean el paso de los niños y que rodean a la pequeña de la escalera.
Queremos ir a observar la creatividad del corazón artesano de los tuxpeños, que, en una muestra de empatía familiar, los adultos diseñan los cochecitos de cartón que llevaran jalando ese día los niños en medio de los caminos iluminados; esas obras de arte en cuatro ruedas capturan el cariño de los niños y niñas; así lo refleja la fotografía de la pequeña que no quiso separarse de su carrito.
La imagen pone su granito de arena para poner a Veracruz de moda, un proyecto que todos debemos impulsar para que cuaje en toda la dimensión de la expresión y que está arrancando con una gran empatía del Gobierno estatal a nuestras fiestas tradicionales, de las que, la celebración del “Niño Perdido en Tuxpan” es una de las festividades que más une a las familias y rescata el misticismo de la huasteca, para iluminar la ciudad y proyectar esa luz a todo el mundo.
Pero bueno, “una imagen dice más que mil palabras”, por eso aquí les dejamos esta extraordinaria imagen ¡felicitaciones Tuxpan!