Una disculpa si fuimos estropajosos al afirmar que a Pozos Castro se le está cayendo; quizás usted piense que estamos desinformados o que se nos zafó un tornillo, porque el triunfo de Pozos Castro en la presidencia municipal de Tuxpan ya está ratificado (si a los certificados se les certifica ¿a quienes se les ratifica?), lo está tanto en el Ople como en el Tribunal Electoral de Veracruz; es más, ya hasta se dio a conocer el Cabildo que en teoría lo acompañará durante su Gobierno; pero no estimado lector; aunque parece que ya la tiene amarrada no es así ya que la Sala Superior del TRIFE dio entrada al recurso de impugnación presentado por el Partido Verde México, del que aún no da su resolución, pero es muy probable que ordene que las elecciones en ese municipio se anulen y se abra un nuevo proceso.

¿Por qué lo pensamos así? Porque allá en la Capirucha no se tentarán el corazón para determinar con la frialdad de los elementos de prueba, sin involucrar el factor político; además de que un nuevo documento prueba que el voraz político Pozos estuvo cobrando salario de docente mientras era candidato, y ese solo elemento es suficiente para echarlo abajo no como alcalde electo, sino hasta como candidato, es decir nunca cumplió los requisitos legales para contender. El instrumento que así lo demuestra (supuestamente oficial) no ha sido desmentido.

Diferimos totalmente con quienes aseguran que de manera oficial están sosteniendo la elección de Pozos Castro, para nada; por principio de cuentas todos los procesos de impugnación los han dejado correr libremente, no tendrían por qué tener especial interés en este; más aún porque el ex diputado no es de todas sus simpatías. Es más, quizás en Palacio estén plenamente conscientes que cogobernarían mejor con Silva Ramos que con Pozos Castro, el primero es institucional, mientras que el segundo es un “pato que acostumbra tirarles a las escopetas.”