Si la plutocracia perredista se estaba frotando las manos imaginándose que presionaría al Gobierno Estatal desde el Congreso, ya se les cebó porque sus legisladoras ya emigraron a otro partido; y no crea usted que se fueron al PRI que fue su aliado en campaña; o al PAN, que sería lo lógico después de todos los recursos económicos que ese partido le inyectó a los “liderazgos” locales del Sol Azteca veracruzano, cuando los neopanistas tuvieron en sus manos las arcas de Sefiplan; pero no, se fueron con Morena, es decir, con el partido que en teoría combatirían, le voltearon bandera de a de veras a Sergio Cadena y a su voraz caterva de “operadores políticos”.

No es que uno se alegre de la desgracia ajena, pero sí de que un partido oportunista como el PRD vaya de salida; se dicen de izquierda pero cobran y se alimentan con la derecha; sus líderes viven entre lujos y canonjías, comprando “troconas” de fastuosas y degustando comilonas en restaurantes de caché; son suntuosidades que sí los pagaran con su trabajo estaría bien, pero no, los sostienen a base de saquear el dinero de las prerrogativas, que son recursos públicos que usted y yo pagamos cada vez que nos cobran el IVA en una tienda, o nos retienen ISR en el trabajo; de eso viven esa bola de zánganos, así que este poquito de hiel no les cae mal entre tanta miel que disfrutan.

El PRD en Veracruz ha sobrevivido gracias a las alianzas con los partidos grandes, sin embargo les aportan muy poco; y si encima de eso sus abanderados pluris´ voltean bandera una vez llegando al cargo, tal como está sucediendo en el Congreso Local, dudamos que para el próximo proceso a alguien le interese llevar al PRD de lastre; y obligadamente juegan solos, es seguro que pierden el registro; cuestión que sería benéfico para los ciudadanos, le quitaríamos unos parásitos a las arcas de la nación. Por lo pronto ya se quedaron sin representación en el Congreso veracruzano.