El tema ahí estaba; cual si fuera tierra fértil de temporal; generoso para dar una abundante cosecha de simpatías.
De manera directa conversamos con algunos actores políticos de que existía ese hueco social, pero no quisieron entrarle al toro, es más fácil hacerle la faena a algunos becerrillos sin cornamentas.
Pero al toro de lidia de más de media tonelada de peso le brincó un espontaneo desde la gradería del Senado del palco de Morena ¡Quién lo diría!
Se trata de Ricardo Ahued Bardahuil, quién ya tomó cómo suyo el problema de los abusos de la CFE en las tarifas eléctricas de los hogares veracruzanos; lo cual aplaudimos.
Reconocemos en ese propósito su habilidad política y sus amígdalas bien puestas para confrontarse con el dinosaurio de dos colas y siete cabezas, Manuel Bartlett.
De aquí en adelante quién se sume al propósito del ajuste de tarifas, no enarbolará una bandera propia, sino el estandarte que empuña Ahued ¡Se los comió!

MAÑOSONES
Aunque en el Veracruz real las cosas son distintas; tras el discurso de Ahued, no solamente no se bajaron las tarifas eléctricas, sino que por el contrario, sufrieron fuertes incrementos ¿Será acaso la respuesta para don Ricardo por parte del director de la Comisión? Si es así ¡mejor no nos defiendas compadre!
Si usted es de los que se les dobleteó, triplico o hasta se le cuadriplicó el monto del pago en su recibo; no lo deje pasar, haga su aclaración pues lo más seguro es que le digan que se trata de un error y le ajusten su tarifa.
Usted dirá: “¿Entonces qué sentido tuvo que pusieran esa cifra si sabían que no aplicaba?” pues es muy sencillo, por cada consumidor que reclame habrá siete que no lo hagan, y pues, ya lo “caído, caído”.
Igual ha estado sucediendo con el cobro del agua por parte de los Ayuntamientos, están cobrando de más, para ver si es cola y pega.