El Arte de Dormir

2024-03-13
Gamaliel Velazco
Hablando se entiende la gente

El Arte de Dormir

En esta batalla llamada vida, hay una estrategia que a menudo pasamos por alto: dormir. Sí, ese sencillo refugio nocturno donde nuestras mentes y cuerpos se recargan para enfrentar otro día de lucha en este mundo ajetreado.

Ahora, algunos podrían decir: "¿Por qué preocuparse por dormir cuando hay tanto por hacer?". Bueno, me gustaría contarles un secreto: dormir no es solo para los flojos o los gatos holgazanes. No, humanos, el sueño tiene una “fuerza secreta” que todos tenemos, y que deberíamos maximizar.

Dormir no es solo un delicioso acto de pereza gloriosa; es una herramienta indispensable para mantenernos saludables, felices y, sí, también productivos. No se necesita ser un genio de la ciencia para darse cuenta de que cuando dormimos lo suficiente, nuestro cerebro funciona mejor. ¿Quién no ha sentido esa neblina mental después de una noche de insomnio?

Pero, ¿qué pasa con el trabajo y las relaciones sociales? Bueno, el sueño es el mejor aliado que podemos tener en esos campos. Variados estudios se pueden analizar y, todos apuntan en la misma dirección: dormir lo suficiente mejora nuestra concentración, nuestro humor y nuestra capacidad para enfrentar desafíos laborales y sociales. Lo contrario sucede al no hacerlo.

Ahora, no voy a abrumarlos con datos y estadísticas. Eso sería como servir una copa de un vino reservado sobre un vaso de plástico. En lugar de eso, quiero ofrecerles algunas sugerencias simples y sin pretensiones para mejorar su sueño. Aquí van:

Establezcan una rutina: ¡Sí, como los horarios de las aves! Intenten ir a la cama y levantarse a la misma hora todos los días. Su cuerpo les agradecerá por ello.

Creen un ambiente propicio para dormir: oscurezcan la habitación, mantengan una temperatura agradable y apaguen esos dispositivos electrónicos que parpadean como estrellas fugaces en la noche.

Desconéctense antes de dormir: sí, eso significa decirles adiós a los correos electrónicos, las redes y las preocupaciones del día. Dándole la bienvenida a la calma y la tranquilidad. Esta me parece la parte más compleja, en un mundo que nunca se apaga y va a una velocidad sin precedentes.

Hagan ejercicio: no, no estoy hablando de correr una maratón, o hacer doce rounds de sparring antes de acostarse. Solo un poco de actividad física durante el día puede ayudarles a dormir mejor por la noche.

En resumen, compañeros, dormir realmente no es solo un lujo; es una necesidad absoluta. Así que la próxima vez que se sientan tentados a quedarse despiertos hasta altas horas de la noche, recuerden que su sueño es una herramienta fundamental que los ayudará a tener más posibilidades de conseguir sus objetivos.